sábado, 14 de abril de 2012

TITANIC


El miércoles 10 de abril de 1.912, a las doce en punto, zarpaba del de Southampton (junto al Canal de la Mancha



Este paquebote de lujo era como un auténtico palacio flotante, superando a los deseos de los más exigentes por su lujo, comodidades y refinamientos. Resistía perfectamente la comparación con cualquier hotel de lujo; disponía de unas 3.000 camas y cada una de sus "suites" de lujo medía 15 m de largo. Contaba también con un paseo de cubierta privado y sus paredes estaban decoradas con maderas nobles de estilo isabelino. Los camarotes disponían de muebles de estilo holandés antiguo, y los de primera clase estaban decorados según periodos y estilos, desde Luis XV hasta la Reina Ana.
a, Inglaterra) el barco más lujoso y de tamaño construido hasta entonces... Se trataba del Titanic, salido de los astilleros de Harland & Wolff de Belfast (Irlanda), habiendo sido botado el 31 de mayo de 1.911. Este gigante de los mares era el fruto de la que desde principios de siglo venía enfrentando al Reino Unido con Alemania por el dominio de los mares. Era el orgullo de su compañía propietaria, la "White Star Line".



Un reloj de bolsillo encontrado en el  Titanic
documentos y objetos de mucho valor se perdieron en este gran naufragio, que nos quedará para siempre en la historia de nuestras vidas.
Aparte de otros muchos objetos de valor y de un gran lujo,como collares , colgantes y muchos documentos importantes.





Se habían cuidado todos los detalles, el trasatlántico contaba con ascensores, y un moderno gimnasio, con toda clase de aparatos, incluidos equipos de equitación mecánica que simulaban el trote y el galope de un caballo; pista de "squash", baño turco y piscina. En los grandes salones, incluido el de fumadores, disponían de mobiliario inglés del siglo XVIII. Tenía tres bibliotecas con más de 30.000 volúmenes, sin contar con enormes despachos y salones de trabajo, destinados a los pasajeros que no podían suspender sus actividades durante la travesía... Incluso los compartimentos de tercera clase eran muy confortables para la época.

Allí, todas las proporciones y medidas eran colosales: por ejemplo, fueron embarcadas 40 toneladas de patatas, 12 de diferentes clases de agua mineral, 7.000 sacos de café, 35.000 docenas de huevos, etc. Su tripulación estaba integrada por 904 miembros (397 entre oficiales y marineros, y el resto dedicado a la atención de los distintos servicios del pasaje). Allí, todas las comodidades de la época estaban al alcance de cualquier privilegiado dispuesto a pagar hasta 4.350 dólares (precio de un pasaje de lujo) por una travesía marítima de 6 días. Todo había sido previsto en tan magnífico barco... menos la posibilidad de un naufragio...

Confiados en una fama de "inhundible", sin perjuicio de grandes fortunas en dinero, valores, joyas y objetos de valor, que llevaban los pasajeros en sus camarotes o en sus cajas de seguridad, la nave portaba objetos artísticos y arqueológicos de gran valor, destinados a ser expuestos en América, entre ellos una momia egipcia (de una sacerdotisa o hechicera)Lord Canterville transladaba una momia de Inglaterra a Nueva York. Se trataba del cuerpo embalsamado de una pitonisa muy respetada en los tiempos de Amenofis IV, también conocido por Akenatón. Esta momia femenina estaba provista de los adornos y amuletos de rigor. Debajo de su cabeza había sido introducido un amuleto con la figura de Osiris y la siguiente inscripción: "Despierta de tu postración y la mirada de tus ojos triunfará, sobre todo cuanto se haga contra ti".
Al relatar esto, no queremos afirmar que la causa del hundimiento del trasatlántico fuera debida a una especie de "maldición de los faraones", pero resulta curioso, que dicha momia que era transportada en una caja de madera, no fue depositada en las bodegas del "Titanic", que era el sitio lógico de su ubicación, sino detrás justamente del puente de mando, muy cerca del capitán.




 las 10.30 de aquel domingo 14 de abril el capitán del Titanic, Edward J. Smith,asistió a un servicio religioso celebrado en el salón-comedor de primera clase. A las 7.30 un grupo de pasajeros celebraba una fiesta en su honor en el restaurante "a la carta", ya que el capitán tenía 62 años, y pensaba solicitar el retiro tras el término del viaje inaugural. Mientras tanto el vapor Californian, que navegaba a pocas millas por delante del trasatlántico, telegrafiaba informando de la presencia de grandes témpanos en aquella zona. Sin embargo, el capitán Smith no llegó a recibir este mensaje y alrededor de las 9 se disculpó ante sus anfitriones, dirigiéndose al puente, donde estaba de servicio el segundo oficial Charles H. Lighttoller, con quien comentó las incidencias meteorológicas y la proximidad de uno o varios icebergs. Sobre las 9.20 el capitán se retiró a su camarote, tras advertir al segundo oficial: "Si la situación se pone incierta, hágamelo saber de inmediato. Estaré dentro".


La falta de plazas en los botes, la confusión y el miedo, así como el desorden con que se realizaron las operaciones de abandono del buque agravaron el naufragio y fueron responsables de no pocas víctimas. Mientras tanto, el Titanic -se había dado la orden de tener encendidas a toda costa las calderas 2 y 3, para mantener en funcionamiento la energía eléctrica-, con todas sus luces encendidas y lanzando cohetes de señales, seguía hundiéndose más rápidamente de lo calculado. Mientras, la orquesta de a bordo interpretaba diversas melodías, en un vano intento de crear una atmósfera festiva y disminuir el miedo, y así permaneció hasta el último instante.

La mayor parte de los pasajeros no advirtieron nada alarmante e incluso el propio capitán Smith tardó 20 preciosos minutos en darse cuenta de la situación; sabía que se iba a desatar el pánico colectivo, por lo cual ordenó obrar con cautela. Mandó avisar al pasaje, pero procurando restar importancia al incidente, y sólo a las 12.05, cuando ya el agua alcanzaba la pista de "squash", ordenó disponer los botes salvavidas y que se emitiera la llamada de auxilio habitual en aquella época, "C.Q.D.", junto con la recién adoptada y aún en vigor, "S.O.S.", siendo tal vez la primera vez que se utilizó. La situación del buque en aquel momento era de 41º 46' norte, y de 50º 14' oeste. Se calculó, muy a la ligera, que dada la gravedad de las averías y la enorme brecha, el Titanic estaba condenado a desaparecer en menos de tres horas. Algunos barcos captaron las angustiosas llamadas de socorro y trataron de acudir a toda máquina; pero, por una ironía del destino, el radiotelegrafista del Californian se había ido a dormir, por lo que esta nave, a tan sólo 19 millas de distancia, y que hubiera podido llegar a tiempo para ayudar eficazmente al salvamento del pasaje y de la tripulación, no advirtió nada, si bien es cierto que el segundo oficial del mismo, que se hallaba en cubierta observó una desusada iluminación e incluso cohetes de señales, pero no concedió al hecho mucha importancia, atribuyéndolo a que en algún gran trasatlántico estaban celebrando una fiesta a bordo.






Cuando, ya tardíamente, el pasaje tuvo conciencia de la catástrofe, sonó el clásico: "¡Sálvese quien pueda!" ¡Las mujeres y los niños primero!"... Desafortunadamente, el Titanic, considerado insumergible, llevaba 2.207 personas a bordo y sólo disponía de 1.178 plazas en los botes. Cundió el pánico y se sucedieron actos de bajeza inenarrables, alternados con sacrificios y abnegaciones difícilmente igualables en semejantes circunstancias...

La noche se saldó con 1.503 muertos, el 68% de los embarcados.







Acto seguido el Titanic comenzó a inclinarse ligeramente a babor, y raudales de agua comenzaron a penetrar en él. Pronto fue informado del accidente el ingeniero constructor del buque, Thomas Andrews, que viajaba en él y que fue una de las víctimas del naufragio -el coloso podía mantenerse a flote con 4 compartimentos estancos anegados, pero no con 5, quien vio de inmediato que la nave estaba perdida sin remisión.
100 años de su hundimiento, un acontecimiento histórico.
14 de abril de 1.912

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